No hay tags aún.
Seguro que habéis oído miles de veces que, para adelgazar, se debe masticar con lentitud. La verdad es que masticar y comer lentamente en lugar de engullir no sólo nos puede servir para adelgazar, sino para un correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.
Las hormonas encargadas de indicarle a tu cerebro que ya estás lleno son la colecistoquinina (liberada por los intestinos) y la leptina. Pues bien, según algunos estudios (el de Cara Stewart para “Penn Metabolic & Bariatric News”, por ejemplo), estas hormonas tardan cerca de veinte minutos hasta llegar a tu cerebro e informarle. Es decir: si comemos en menos de ese tiempo (lo cual es muy común) existe una alta probabilidad de que comamos más de lo necesario, hasta que nuestro cerebro diga: “¡Basta!”. Además, según otro estudio publicado en el 2008 por el “Journal of the American Dietetic Association”, si comemos más lentamente nos saciamos más, incluso consumiendo menos calorías.
Entonces, el consejo es simple: tanto si quieres adelgazar como si quieres lograr que tu cuerpo funcione correctamente y no someterle al estrés ni a la sobredosis de comida: come con calma.
-¿Y esto es un truco?
-No, no lo es…
-¿Entonces?
Está bien, está bien. Seamos realistas, pues. La mayoría de la gente, especialmente la gente con algo de sobrepeso, está acostumbrada a devorar la comida, y romper esos hábitos tan mecánicos no siempre es fácil. Así que sí, os damos algunos trucos que hemos ido sacando de nuestra propia experiencia.
Cronométrate
No me refiero a que lo hagas literalmente (aunque si te animas…), pero sí a que te marques unos horarios de comidas. Por ejemplo: proponte comer de una y media a dos y cuarto, un espacio de tiempo más que suficiente. Y proponte, también, no levantarte de la mesa hasta pasado ese tiempo, para darle a tus hormonas ese margen que necesitan para actuar.
Somos conscientes de que este no es un truco al alcance de todo el mundo porque hay gente que dispone de muy poco tiempo para comer. Si ese es tu caso, ¡no desesperes!, todavía hay muchos otros consejos que podrás seguir.
Concéntrate en la comida... ¡o en otra cosa! Muchas son ya las veces que he leído que hacerse consciente de la comida, de cuánto tardamos en masticar, etcétera, es muy útil para hacerlo correctamente. Incluso hay peña que recomienda contar las veces que masticamos cada bocado. Bueno: yo discrepo. Centrarnos en comer mientras comemos es aburrido, y el aburrimiento nos incita a querer acabar aquello que nos aburre lo antes posible. Un arma de doble filo. De todas maneras, probadlo, y si os funciona, ¡pues adelante!
Yo propongo que comáis con gente. No sólo porque la presión y el apoyo social harán más fácil vuestro propósito de no levantaros de la mesa hasta pasado el tiempo que os hayáis propuesto, sino porque al hablar mientras comáis, comeréis más lentamente, con total seguridad. Pero de nuevo entendemos que comer siempre, mediodía y noche, con alguien, no es posible para todo el mundo. Entonces, ¿qué? Bien, lo que yo hago es leer o ver un capítulo de alguna serie. Por ejemplo, empiezo a ver un capítulo de The Wire (¡la recomiendo!) al empezar a comer, y no puedo levantarme de allí hasta que acabe el capítulo (duran una hora aproximadamente). Es mucho más sencillo, a mi entender, que no levantarse de una mesa solitaria y aburrida, puesto que es un “sacrificio entretenido”.
Para que esto funcione, mi experiencia me dice que no tenéis que volver a la cocina antes de que acabe el tiempo establecido, ¡o podemos caer! Lo que recomiendo es llevarnos todo lo que vamos a comer, incluido el postre, y no volver a la cocina hasta que tengamos que lavar los platos.
Come con la mano mala
Este es fácil y divertido, ¡come con la mano mala! Si eres zurdo, con la derecha; y si eres diestro, con la izquierda. O come con palitos chinos, por ejemplo. O come con una cucharilla del café. Lo que sea con total de que tardes más. Eso sí, si vas a comer con la mano mala… ¡intenta que no sea sopa!
Mensajes motivadores
¿Qué tal un mensaje de ti para ti en la puerta de la nevera? O lo que es mejor, cuando estés en esos momentos de debilidad, no sólo tras la comida sino también en horas muertas que quieras picar, fumar…, ¡escúchate! Ahora todos los móviles tienen servicio de grabadora de voz (y si el tuyo no lo tiene deberías renovarte el teléfono). Grávate en un momento que te sientas muy motivado y capaz de lograr todos tus objetivos, y escúchate, toda esa ilusión y esperanza, en tus momentos de mayor debilidad. Es muy útil hacernos conscientes de que nuestro único obstáculo somos nosotros mismos.
Bebe agua Beber un par de vasos de agua una media hora antes de comer, puede ayudarte a crear sensación de saciedad.
Y por supuesto, a cuanta menor sea la cantidad de cosas “que no deberías comer” que guardes en tu casa, ¡más difícil te será comertelas!